El informe, realizado por la empresa Ecovis, sostuvo que la obra costó 118 millones de dólares, 30 más que lo que había estimado el Tribunal de Cuentas
Todas estas violencias siguen aconteciendo en la Colombia olvidada, periférica y cocalera, donde el acuerdo de paz y cualquier atisbo de implementación siguen siendo hoy mera quimera.
Los cuerpos puestos en colectivo generan otras dinámicas, echan a andar otros procesos mucho más poderosos, mucho más valiosos, mucho más potentes y duraderos.