El ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, dijo ayer que a lo largo del año que viene será el momento de comenzar a hablar de “expresiones electorales” y “candidaturas”, y que en los primeros meses de 2018 definirá si se postulará a la presidencia o no.

“No sólo depende de que uno tenga ganas. Lo único que no me falta son ganas. Hay otros elementos en juego que también hay que tener en cuenta. Tengo ganas de trabajar y de tener desafíos de este tipo, pero reconozco que no son los únicos elementos a tener en cuenta. Hay que hacer un análisis más o menos colectivo y profundo de todos esos factores, pero ganas no me faltan”, dijo Astori, en una entrevista con la radio El Espectador.

Las declaraciones de Astori llegaron en el momento en que el Frente Liber Seregni se aprestaba a reactivar su orgánica, tras una propuesta en ese sentido hecha por Alianza Progresista, otro de los sectores que componen el bloque, junto a Asamblea Uruguay –liderado por Astori– y el Nuevo Espacio –liderado por el senador Rafael Michelini–. El funcionamiento del bloque actualmente se limita al Parlamento y a algunas coordinaciones a nivel departamental, explicaron dirigentes del FLS.

A pesar de la propuesta, en la propia Alianza Progresista hay voces que ya han dejado en claro que no quieren que Astori sea nuevamente precandidato. El ex intendente de Maldonado Óscar de los Santos ha advertido en varias oportunidades que la precandidatura de Astori –o la del ex presidente José Mujica– no sería lo más adecuado para las elecciones de 2019, principalmente debido a cuestiones generacionales. Otro dirigente de este bloque, el presidente del Partido Demócrata Cristiano y coordinador de Relaciones Institucionales de la Intendencia de Montevideo, Jorge Rodríguez, dijo en julio a El Espectador que el titular de esta comuna, Daniel Martínez, es el “candidato natural” del Frente Amplio (FA) para 2019.

En tanto, Banderas de Liber, otro de los sectores que conformaron el bloque, emitió una declaración el domingo en la que deja en claro que no respaldará una precandidatura de Astori, ni tampoco otra del ex presidente José Mujica. “Nadie discute abiertamente la necesidad de renovar las caras del FA; es un proceso natural. Pero ninguna cara nueva puede crecer, porque los viejos juegan a la mosqueta con la posibilidad de presentarse, como para ahogar toda irrupción de algo nuevo. O, quizá, para controlar el recambio, para asegurarse de que todo quede como está”, dice el comunicado del sector, que sostiene que si bien “la renovación no se limita a las caras visibles”, esta tampoco es “pensable sin ellas”. “¿Acaso no sería bueno que se presentara un octogenario, si parece que junta votos y quizá asegure un triunfo electoral? No. Primero, porque no asegura nada. Pero sobre todo, porque el objetivo no es que gane la organización, sino que gane el país”, sigue el texto.

El sector asegura que hay “dos razones fundamentales” para apostar a la renovación de los liderazgos en el FA. “La primera es que la primera etapa del programa de transformaciones con el que el FA ascendió al gobierno en 2005 ya fue cumplida en lo fundamental. Hay cosas que se hicieron mal, cosas que no se terminaron y cosas puntuales que ni siquiera se empezaron. Pero es claro que se precisa un nuevo impulso para el desarrollo”. La segunda es que “entramos en la llamada Cuarta Revolución Industrial, que no sólo modificará ciertos oficios, sino que está provocando disrupciones tecnológicas, económicas, sociales, políticas y culturales que invalidan nuestras formas tradicionales de tomar decisiones”. En ese sentido, se sostiene que “la camada de veteranos que desde posiciones de primera línea o de retaguardia hicieron posible la mejor época de nuestro país, estos años, formó su concepción del mundo en los años 60. Tiende a ver los problemas a raíz de las contradicciones y categorías de esa época” y no está “capacitada para más que una comprensión superficial de los cambios que estamos viviendo, del mundo de hoy”.