La noticia que entristeció al fútbol argentino fue dada por la propia Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en un breve comunicado: “La AFA lamenta informar con enorme tristeza el fallecimiento de César Luis Menotti, actual director de Selecciones Nacionales y extécnico campeón del mundo de Argentina”. Al posteo lo acompañó una foto de época donde Menotti sostiene la copa del mundo.

El Flaco marcó un antes y un después en el fútbol argentino. Primero, fue el autor intelectual del Huracán de 1973, equipo que hizo historia, no sólo ganando el título con el globo, sino por su exquisita forma de jugar y por los futbolistas clase A que tuvo, como René Houseman, Miguel Brindisi y Carlos Babington, por citar algunos.

Esa épica gesta le valió el llamado de la AFA para hacerse cargo de la selección albiceleste luego del Mundial 1974. En esos cuatro años Menotti fue armando el equipo con el que Argentina ganaría su primera Copa del Mundo en 1978, campeona tras ganarle a Holanda. Con la selección, además, Menotti se consagró campeón del mundo sub 20, dirigiendo el equipo juvenil en el Mundial de Japón 1979, donde Diego Maradona fue figura. En la Copa América no le fue muy bien, quedando eliminado en la primera ronda de las dos que entrenó, 1975 y 1979, y también fue magro su desempeño en el Mundial de Italia 1982, perdiendo en segunda fase.

En su larga trayectoria como entrenador, el Flaco estuvo al frente del Barcelona y el Atlético Madrid de España, de Boca Juniors, River Plate, Independiente y Rosario Central de su país, tuvo un pasaje por Peñarol en 1990-1991, y también dirigió a la Sampdoria de Italia y a Puebla y Tecos de México.

A su palmarés como técnico, además de los mundiales ganados ya citados y del título nacional con Huracán, hay que agregar una Copa del Rey, una Copa de la Liga y la Supercopa de España, todos ellos ganados con el Barcelona en las temporadas 1982 y 1983.

En cuanto a su carrera como jugador, Menotti surgió en Rosario Central, de ahí pasó a Racing de Avellaneda, después jugó en Boca Juniors, emigró a Estados Unidos para jugar en el New York Generals, después jugó en el Santos con Pelé, para finalizar su carrera en el Juventus brasileño.